Viene El Niño

Viene El Niño, pero no es un niño cualquiera, fíjense que escribo su nombre con mayúsculas iniciales. Realmente estamos hablando de una de las fases del evento llamado ENOS, siglas de El Niño-Oscilación del Sur.
Este evento de interacción océano-atmósfera presenta tres fases. La primera que se descubrió y llamó la atención del mundo científico por las anomalías que se presentaron el tiempo y el clima en el caso del fuerte evento de 1983, fue la fase El Niño.
El Niño ocurre cuando se presenta una anomalía de la Temperatura Superficial del Mar (TSM) superior a +0.5 ºC en el Pacífico Ecuatorial Central y Oriental, o sea, esas aguas están más cálidas que lo normal. La interacción con la atmósfera se produce porque en esa zona de alta TSM se producen grandes tormentas que, en la altura, ocasionan fuertes corrientes en la atmósfera superior, a alturas de 10 a 12 kilómetros, y esas corrientes viajan hacia el Este, influyendo en el tiempo y el clima en una vasta zona del planeta.

La fase fría del ENOS es La Niña, y se produce cuando hay un enfriamiento de la capa superficial de agua en el Pacífico Ecuatorial Central y Oriental, con valores de anomalías inferiores a -0.5 ºC.
Por último, en la fase Neutra, las anomalías de la capa superficial de agua están en el rango entre -0.5 y +0,5 ºC, respecto a los valores promedios, o normales, de muchos años. Es en esta última fase en la que ahora se encuentra el sistema Tierra-Atmósfera en el Pacífico Ecuatorial central y oriental, después del haber transcurrido el último, y prolongado, evento La Niña.

En cuanto a la mencionada Oscilación del Sur, viene dada por la elevación de la presión atmosférica en el Pacífico occidental que se relaciona con el calentamiento de las aguas del Este del Pacífico (evento El Niño). De esta manera, la presión atmosférica sube en el Oeste del Pacífico y cae en el Este cuando está presente El Niño. La relación entre la Oscilación del Sur con "El Niño", se le denomina "El Niño-Oscilación del Sur" o ENOS (en inglés la sigla es ENSO, por El Niño-Southern Oscillation). En el caso de La Niña, ocurre al revés, ya que es un caso de enfriamiento.

La fortaleza de la Oscilación del Sur se mide por el llamado Índice de Oscilación Sur (SOI), que son las diferencias de presiones atmosféricas en superficie, normalizadas entre la estación meteorológica de Darwin, en Australia, y la isla de Tahití, en la Polinesia Francesa, localizada en el Pacífico central. De esta forma, se cuenta con un registro completo de mediciones entre estas estaciones desde 1876 hasta la fecha. Esto ha permitido identificar eventos El Niño desde épocas cuando aún no se conocía el mismo. De hecho, esta diferencia de presiones atmosféricas fue de los primeros indicios que se tuvieron en cuenta en las primeras investigaciones que se realizaron sobre El Niño.
Después de un insólito, por lo prolongado, evento La Niña registrado en los pasados tres años, en la actualidad el ENOS se encuentra en la fase neutra, pero evolucionando rápidamente a la fase cálida, o sea, El Niño, la cual se alcanzará con una probabilidad algo alta de 63% entre mayo y julio y con alrededor de una alta probabilidad de 80% de que ocurra entre julio y septiembre.
Para el clima del planeta, el evento La Niña de los pasados 3 años significó un decrecimiento en la temperatura del Planeta, aunque esta siguió alcanzando valores récords. Pero con El Niño presente, este año, que todo parece indicar que será moderado o fuerte, las temperaturas a nivel global pueden subir a valores mayores.
Este comportamiento puede llevar a que se presenten valores bastante altos de la temperatura, también nuevos récords, acompañado de eventos de sequía. También tendrá un impacto pronunciado en la futura Temporada ciclónica del Atlántico en este año 2023, tema que les prometo que tocaré en otro artículo que dedicaré al pronóstico de la actividad ciclónica atlántica en esta próxima Temporada.
La importancia del futuro evento El Niño, ha sido aquilatada con preocupación por el Prof. Petteri Taalas, Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial con sede en Ginebra, Suiza, al decir que lo más probable es que la instauración de un episodio de El Niño provoque un nuevo repunte del calentamiento global y aumente las probabilidades de batir récords de temperatura.
A ello se le añade que las aguas del Atlántico Tropical ya presentan anomalías positivas de la temperatura superficial del mar, es decir, que están bastante cálidas. Esto puede resultar también en otro factor importante en el análisis de como podemos esperar la próxima Temporada Ciclónica del Atlántico, pero, les repito, que será un tema que trataré próximamente.