Alejandro Pérez salta del reguetón al ballet

La Cinemateca de Cuba acaba de anunciar el estreno del videoarte ParAlicia, interpretado por el padre de la escuela pianística cubana Frank Fernández, la primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba (BNC) Viengsay Valdés y la mismísima diva Alicia Alonso.
La obra podrá ser apreciada el próximo 3 de junio, a las 4:00 pm, en el Cine Charles Chaplin, pero lo que llama la atención es su director. Cualquiera pudiera pensar que Alejandro Pérez se dedica solo al reguetón o al pop, filmando tantos videos con Enrique Iglesias, Pitbull, Juan Magán, Marc Anthony, J Álvarez, Gente de Zona, el Misha y un extenso listado de artistas. Lo cierto es que ese realizador audiovisual no tiene techo, ni la fama lo disocia de otros objetivos artísticos.
Cuando acababa de filmar su popular video clip Bailando con Enrique Iglesias, Descemer Bueno y Gente de Zona, Alejandro recibió la llamada de su vieja amiga Viengsay, quien quería invitarle a dirigir un videoarte en homenaje a la Prima Ballerina Assoluta.
Tras ver una grabación de la coreografía de Tania Vergara sobre una música compuesta expresamente para la legendaria diva por el pianista Frank Fernández, el realizador aceptó sumarse al equipo y emitió su primera orden como director: invitemos a Alicia al rodaje.
A los 94 años de edad, Alonso conserva un sentido regio de la disciplina y un amor por la danza que no le permiten quedarse quieta. Viengsay explicó el proyecto a la maestra, mientras Frank corría sus horarios de ensayos y conciertos y Alejandro llamaba a amigos dispuestos a trabajar por amor, sin presupuesto alguno, y examinaba cámaras, grúas, un dolly.
Nadie imaginó que Alicia los citara tan rápido, ¡ya! horas antes de un viaje a Estados Unidos, el cineasta llegó al salón azul del BNC, favorito de la diva, con el andamiaje pesado indispensable para captar un hecho en video. Un afinador intentaba mejorar el sonido del viejo piano a ver si Frank podía tocar y Viengsay ensayaba frases con un atuendo preocupante. “¿Tú vas a bailar con eso?”, preguntó el director. “No Ale, es solo para calentar”, respondió la bailarina. “Ah!”, rieron ambos.
“No me gustaba hacerlo en un teatro, me pareció propicio el salón donde Alicia mucho bailó, Viengsay aprendió y ahora le hace un regalo a la maestra muy particular. Yo traté de registrar ese hecho entre dos grandes de la danza”, comentó Pérez con humildad.
“Quería tomarlas en el tabloncillo donde ambas crecieron profesionalmente, porque les da una intimidad, sin espectadores, acompañadas solo del pianista. A mi juicio, esta obra habla también de un legado”, explicó.
El profesionalismo de Alejandro le ayuda a transitar de un set a otro con serenidad. Un día puede filmar un reguetón y, al siguiente, una pieza de trova tradicional. En televisión cuenta con varios teleplay, entre ellos, dos de gran factura: Yarini (2001) y Santa Camila de La Habana Vieja (2002), mientras en la modalidad documental ha recorrido desde la obra plástica de Raúl Martínez (1994) hasta la fiebre de Van Van (2006), entre muchos temas culturales e históricos.
En años recientes, Alejandro fue director de fotografía de los filmes Conducta, de Ernesto Daranas, y Boccacerías habaneras, de Arturo Sotto. Según cuenta, en la actualidad prepara su primer largometraje como realizador, con guión escrito entre Daranas y él, una comedia romántica, en fase primaria aún.
Sin embargo, por estos días también presenta en televisión un clip con el cantante Omi, conocido por su dueto en la canción Ella junto a Descemer Bueno, promociona La gozadera, otro video interpretado por el grupo cubano Gente de Zona y el salsero puertorriqueño Marc Anthony, y da los toques finales a un nuevo clip del puertorriqueño J Álvarez junto al panameño Flex y el español Antonio Barullo, filmado en La Habana.
Alejandro es ahora mismo famosísimo dentro de Cuba, aunque nadie lo reconozca en la calle. Su profesión lo ocupa detrás de las cámaras, con pantalones anchos y gorras, siempre cómodo. Cuesta trabajo encontrar un nombre tan común en Google, pero de solo pensar en la fotografía de largometrajes como Viva Cuba, Habanastation y Conducta, la precisión llega junto a premios y elogios. Este realizador tiene un sello de calidad y un corazón que le deja llegar muy lejos sin que la fama le haga perder un ápice de su sencillez.