Cuba, multidestino turístico e integración caribeña

alina
23 May 2016 10:48pm
Cuba, multidestino turístico e integración caribeña

A propósito de recientes pronunciamientos de las autoridades de Jamaica y Dominicana sobre la firma de acuerdos para planes de multidestino turístico entre esos países y Cuba para atraer y movilizar el turismo chino, el espacio de Excelencias News Cuba permite reflexionar sobre la importancia del multidestino turístico como una oportunidad para la integración a la que está avocada la región para su desarrollo.

“El turismo, a través del multidestino, bien podría convertirse en el motor principal de la integración caribeña […].”

El interés por parte de autoridades cubanas en hacer realidad el multidestino en el Caribe no está basado en situaciones coyunturales del turismo caribeño actual. Si revisamos los pronunciamientos de Cuba sobre el beneficio del multidestino de hace más de diez años, se observa que ha existido una voluntad política al respecto.

En este sentido debo hacer referencia obligada al pensamiento de Fidel Castro sobre la importancia y ventaja de los productos turísticos multidestinos. El líder cubano, hoy próximo a sus 90 años, avizoraba esta posibilidad con el aumento y desarrollo del turismo en Cuba paralelo a una integración regional caribeña:

“Para hablar de integración en el Caribe hay que abordar los temas que hoy nos convocan: el comercio, el turismo y el trasporte” (Discurso el 17 de agosto de 1995).

Y subrayando la actividad turística  plateaba: “En el sector del turismo hemos logrado algunos avances. Pero aún estamos lejos de haber convertido a la región en su conjunto en un destino  privilegiado del turismo internacional. (…)”

Con motivo de colaboraciones con países como Jamaica Fidel Castro argumentaba las reales posibilidades advirtiendo con respecto a inquietudes que pudieran surgir sobre la supuesta competencia desleal que significaría el desarrollo del turismo en Cuba con respecto a otros países del área:

“Nadie crea que el desarrollo del turismo en Cuba (…) pueda perjudicar el turismo en el Caribe, en Jamaica. (…). “Es como decir el disparate de que el desarrollo del turismo en Jamaica perjudicó el desarrollo del turismo en el resto de los países del Caribe.” (Discurso el 30 de julio de 1998). Y proponía el multidestino como factor de integración: “(…) crear en el Caribe la mejor zona turística del mundo y la más hermosa, de mejor servicio, (…) la de mayor atractivo, y en este esfuerzo no somos ni seremos jamás competidores. (…) (Ídem).

Este interés por la integración a través del multidestino se puso de manifiesto en otra ocasión de ese mismo año: “El turismo, a través del multidestino, bien podría convertirse en el motor principal de la integración caribeña […]. Podríamos proyectarnos al mundo como el destino turístico más atractivo, un destino único y diverso que al mismo tiempo brinde un buen ejemplo en cuanto a la preservación del medio ambiente y nuestros recursos naturales.”(Discurso en la Reunión especial de Jefes de Estado y de Gobierno del CARIFORO, República Dominicana, 21 de agosto de 1998)

Para el multidestino Cuba dispone de una diversidad de destinos para el desarrollo de una oferta variada y de opciones junto a los demás destinos turísticos de la región, que goza de excelentes recursos naturales e instalaciones.

En este entrelazamiento turístico caribeño podrían ejecutarse  productos tan llamativos como rutas históricas culturales, por solo plantear una temática como ejemplo, asociadas a las fortificaciones como magníficos exponentes de la arquitectura militar que atesora no solo el Caribe insular sino el Gran Caribe,  con un origen común basado en una realidad histórica que ha asumido tonos de leyenda de una región que en épocas remotas estuvo infestada de corsarios y piratas que sembraron el terror en estos mares. Las autoridades coloniales asumieron la obligación de fortificar los principales puertos con las construcciones militares, hoy testigos originales de una época, realizadas principalmente con trabajo esclavo.

Esta última referencia  remite a otro ejemplo a proyectar en las posibilidades del multidestino como es la Ruta del esclavo que propicia un turismo de memoria, una suerte de rutas del diálogo, de saberes, valores y experiencias, donde ya existen interesantes estudios e investigaciones para su correcta interpretación llevadas a cabo en común y con resultados visibilizados en publicaciones como la Multimedia  Sitiosde memoria de La Ruta del Esclavo del Caribe Latino (Cuba, Haití, República Dominicana y Aruba) valioso material que las autoridades del turismo de los países del Caribe pueden asumir como una potencial propuesta turística de multidestino.

Es indudable que, para ser objetivos, aún es necesario vencer no pocas complejidades que requieren los productos multidestinos en países no desarrollados, para lograr una solución regional -no en manos de grandes turoperadores transnacionales- e impliquen una derrama interna para el destino Caribe.

Tal y como plantea el especialista dominicano en turismo cultural Tirso Cabral, en lo referido a las posibilidades del multidestino entre Cuba y República Dominicana “para el deseado y necesario multidestino, debe avanzar el comercio común, el Transporte Aéreo y lo relativo a visas y movilidad de personal turístico entiéndase, académicos, guías, operadores, personal indispensable que debe tener Carta Verde para transitar entre las dos islas, y así, poder ver, comprobar, estudiar este inmenso y profundo cuerpo orgánico que se llama el Turismo.” (Diálogo con el autor vía correo electrónico).

Este estudio y reflexión del multidestino en el Caribe no es más que invitar a profundizar en estas concepciones. Los hechos y pronunciamientos de autoridades de República Dominicana y más reciente de Jamaica referentes a llevar a la realidad planes y convenios de multidestino alimentan la esperanza de que tanto en Cuba como en el resto del Caribe no se olviden estas ideas, estas posibilidades, estas esperanzas.

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