El Callejón de Hamel

alina
20 January 2016 11:49pm
El Callejón de Hamel

Situado en el barrio de Cayo Hueso, en Centro Habana, el Callejón de Hamel, resulta sitio obligado para turistas interesados en la cultura afrocubana e incluso ver de cerca lo que es un nsó-nganga, como lugar sagrado para la celebración de los ritos de la religión africana Palo Monte.

Apenas 200 metros de calle, en pleno centro de La Habana, próximo a lugares tan emblemáticos como el  malecón habanero, el Barrio Chino, la fábrica de tabacos Partagás, la música, bailes ritmos se mezclan con la gente entre pareces pintadas de grafitis, cuadros, esculturas, restos de viejas bicicletas, bañeras, maniquíes... Incluso hay una representación escultórica de un santuario. … donde una inmensa actividad envuelve tanto de cubanos como de turistas.

En el sitio www.tripadvisor.es cosas como esta pueden leerse:

“Cada domingo, a las doce del día, los bongós comienzan a emitir una música afro antillana que nos lleva a otro mundo por varias horas. Es un ambiente que no hallarás en otro lugar”.

“Un viaje para repetir. Sin lugar a dudas, sentir en sus gentes la desigualdad existente, te hace recapacitar y valorar muchas cosas. Con poco son felices”.

“Todo el mundo te dice que no dejes de ir el domingo de 12 a 3 al Callejón de Hammel. Y te tiras mapa en mano a desandar la fe negra y danzaria.  Súper divertido. Aunque tanta gente en un espacio tan pequeño puede intimidar un poco. ¡Imprescindible ir, ver y hasta danzar!”.

“Cuando vayas a La Habana, tienes que visitar el Callejón de Hamel, y si puedes hacerlo en domingo, mejor que mejor". Esta fue una de las recomendaciones más repetidas por algunos de mis amigos que habían visitado la isla de Cuba. Me decían que era un lugar diferente, que no dejaba indiferente a nadie, que se respiraba una atmósfera especial... Frases que pueden sonar tópicas, pero que una vez estás allí, te das cuenta de que son totalmente reales”.

En los años 1989-90, comenzó a  gestarse este proyecto cultural comunitario, devenido galería al aire libre donde el visitante se sumerge en la cultura afrocubana.Los domingos al mediodía el Callejón de Hamelse entrega a la música afrocubana en directo; los últimos sábados de cada mes hay talleres de pintura para niños, además de representacionesde teatro y conferencias, tanto de cultura afrocubana como cubana en general.

La Habana invita… te sugiere una corrida hacia este sitio durante tu estancia en La Habana para contactar el encanto del lugar. Por lo pronto te adelanto detalles que seguro ayudarán en tu decisión.

El hombre y sus orígenes le vienen de Fernando Belleau Hamel, norteamericano de origen franco-alemán, quien compró unos terrenos en la barriada de Cayo Hueso a inicios del siglo pasado. En ese lugar montó un negocio de materia prima y fundición donde trabajan a negros y chinos y a quienes incluso les construyó casas.

Su generosidad fue retribuida más tarde cuando la pequeña callejuela tomó su nombre e incluso resistió el intento de desaparecer en 1913, porque el gobierno neocolonial intentó comprar los terrenos.

Fue Salvador González Escalona quien a veces a contrapelo, pues no siempre encontró comprensión para su proyecto, desplegó todo su arte e imaginación y desde 1990 esparció pintura por doquier, murales, esculturas, que al compás de los tambores dan vida a este callejón, donde quizás con la ironía que provoca la espera y el saberse dueño de un proyecto prometedor, se lee en una de sus fachadas: “Yo puedo esperar más que tú, porque soy el tiempo”.

Se cuenta que el escultor y muralista cubano transformó la pequeña callejuela para plasmar y difundir los orígenes africanos de la identidad cubana. Un vecino del Callejón le pidió le pidió al artista que le pintara la fachada de su casa, pero al ver el resultado en que estaba el resto decidió dar color y arreglarlo todo.

Comenzó por murales donde se unen elementos religiosos y culturales en los que el artista muestra desde un punto de vista surrealista y abstracto la esencia mítica de la cultura afrocubana, más las carencias, deseos y  ambiciones de los pobladores del Callejón.

En  la barriada de Cayo Hueso, entre las calles Hospital y Aramburu, está el Callejón de Hamel, y un cartel en la entrada le dice a donde ha llegado: Dueño de este lugar es la humanidad, su creador, simplemente, se llama Salvador”.

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