Paso decisivo hacia la apertura de embajadas Cuba-Estados Unidos
La salida este 29 de mayo de Cuba de las lista elaborada por Estados Unidos de países patrocinadores del terrorismo, allana el camino hacia la apertura inminente de embajadas en La Habana y Washington.
Para Cuba, la política de sanciones unilaterales constituye el principal obstáculo en el restablecimiento de los nexos entre los dos países, y básicamente el estar desde 1982 en una relación de naciones elaborada de forma unilateral por Washington, que auspician el terrorismo, junto con Siria, Irán y Sudán.
El vocero del Departamento de Estado norteamericano, Jeff Rathke, en una nota oficial señaló que "el plazo de 45 días de notificación al Congreso expiró y el Secretario de Estado tomó la decisión final de rescindir la designación de Cuba como Estado Promotor del Terrorismo, que se torna efectiva hoy, 29 de mayo".
La nota del organismo estadounidense precisa que Estados Unidos mantiene preocupaciones y divergencias con La Habana, pero no existen criterios relevantes para mantener esa política, y la acción refleja la convicción estadounidense de que Cuba reúne los criterios para ser excluida.
Para ser efectiva, la decisión requiere de su publicación en el Federal Register, el diario oficial estadounidense, aunque la oficina diplomática aseguró que la decisión se torna efectiva de inmediato.
Este es un paso importante en el camino trazado por Raúl Castro y Barack Obama, el 17 de diciembre pasado para la apertura de embajadas y el restablecimiento de relaciones, que para Cuba no será normalización, mientras perdure el bloqueo económico y financiero a ella impuesto por su vecino del norte.
El presidente cubano Raúl Castro ante la III cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) expresó su preocupación de cómo explicar el restablecimiento de relaciones diplomáticas sin que se retire a Cuba de la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo Internacional.
Estar en esa lista no solo constituye un acto simbólico –como dijo recientemente un funcionario cubano-, sino que tiene consecuencias legales que implican restricciones a las exportaciones, comercio, ayuda al desarrollo, créditos y otros.
Las entidades financieras de terceros países se resisten a realizar transacciones comerciales con naciones incluidas en esa lista por temor a sanciones de Washington.
Pero en el caso cubano, según expertos de la Isla, el costo económico de estar en esa relación queda subsumido por el bloqueo, pues nada de lo que prohíbe es permitido por el resto de las sanciones anticubanas, aunque la presencia de Cuba en ella de hecho contribuye a intensificar la aplicación de las sanciones unilaterales contra la isla.
Unos 100 mil estadounidenses visitaron Cuba en 2014 y hasta 1,5 millones podrían hacerlo anualmente en un futuro, de quitarse el bloqueo contra la Isla, cifra que se va vislumbrando con el elevado número de visitantes del norteño país, desde los primeros meses apenas del inicio de un acercamiento el 17 de diciembre pasado.
Ello también se refleja entre quienes apuestan por invertir en la isla y otros tantos que están a la expectativa, en espera de una licencia presidencial, como ocurrió con cinco compañías de Ferry, que les permitan incursionar en la economía cubana sin riesgo alguno de ser sancionados bajo el amparo de leyes estadounidense, como las relacionadas con el bloqueo, y que pueden ser desmontadas como tal con solo una orden del presidente Barack Obama.