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Cuba y el turismo con cocodrilos

Cuba y el turismo con cocodrilos

Redacción Exce…
28 August 2025 6:37am
Cuba y el turismo con cocodrilos

La creciente demanda por experiencias vinculadas con la naturaleza, la aventura y los entornos rurales impulsa una nueva tendencia turística en Cuba. Visitantes nacionales y extranjeros muestran interés por conocer los criaderos de cocodrilos en la isla, ubicados en dos zonas clave del occidente cubano: la Ciénaga de Zapata, en el sur de la provincia de Matanzas, y la Ciénaga de Lanier, en Isla de la Juventud.

Ambos espacios funcionan como centros de investigación científica y también como destinos turísticos. La Ciénaga de Zapata destaca por recibir una afluencia constante de viajeros que buscan un descanso activo, con la posibilidad de explorar la biodiversidad cubana y profundizar en temas medioambientales. Los guías locales confirman que el interés por estos reptiles crece cada día.

Los cocodrilos despiertan respeto por sus movimientos impredecibles y su velocidad. Su fuerza representa un riesgo evidente, pero eso no impide que los turistas los incluyan en sus planes vacacionales.

La Ciénaga de Zapata, ubicada en la península homónima, constituye el mayor humedal del Caribe insular. Abarca unas 300 mil hectáreas, con una longitud de 175 kilómetros entre Punta Gorda y Jagua, y un ancho máximo de 58 kilómetros. Su sistema de drenaje cársico es el más complejo de Cuba. Este ecosistema bien conservado ofrece como principal atractivo la visita a su Cocodrilera, donde se crían ejemplares de cocodrilo cubano y americano.

Cuba y el turismo con cocodrilos

 

El cocodrilo cubano se distingue por su hocico corto y una longitud que alcanza los 3,5 metros. Pertenece a una familia de reptiles con más de 70 millones de años de existencia, lo que lo convierte en contemporáneo de los dinosaurios.

La ciénaga de Lanier se encuentra en el sur de la Isla de la Juventud, a unos 50 kilómetros de la isla grande. Cada semana, turistas de diversos países llegan a Cayo Potrero, sede del segundo criadero más importante del país. Este centro cuenta con más de 25 años de funcionamiento y un equipo de 21 personas dedicadas al cuidado de los cocodrilos.

En Lanier viven 80 ejemplares en cautiverio, entre ellos 27 hembras reproductoras y siete machos, principalmente de la especie Rhombifer, endémica de Cuba. El área surgió por la extracción de turba para cultivos de cítricos. Posteriormente, se introdujo una especie que habitó allí en los años 50. La caza indiscriminada por su piel, colmillos y carne redujo su población, lo que motivó la implementación de un programa de recría y conservación desde los años 60.

Lanier posee una extensión de aproximadamente 100 kilómetros cuadrados y ostenta la categoría de Parque Nacional. Es el segundo humedal más importante del país, después de Zapata.

Ambos destinos ofrecen una experiencia singular. Los visitantes aprenden sobre los cocodrilos, el entorno natural y la conservación ambiental. Estas propuestas enriquecen las vacaciones en familia, con amigos o bajo motivaciones científicas, y consolidan una nueva alianza entre el turismo y la fauna salvaje cubana.

Fotos: Prensa Latina

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