Entre montañas y silencio, el bienestar tiene nombre propio: Kurhotel Escambray

Con una historia que se remonta a 1936, el actual Kurhotel Escambray, ubicado en el complejo montañoso de Topes de Collantes, ha evolucionado desde su origen como centro antituberculoso hasta convertirse en un referente del turismo de salud en Cuba.
Inaugurado en 1954 como sanatorio antituberculoso, funcionó con ese fin hasta inicios de la década de 1960, cuando fue destinado a la formación de maestros. Tras un período de abandono, en 1988 reabrió sus puertas como centro de descanso y, posteriormente, bajo el nombre de Kurhotel Escambray, se consolidó como institución de rehabilitación y turismo médico.

Actualmente, el hotel recibe pacientes nacionales e internacionales a través de diez programas especializados de rehabilitación, entre los que destacan:
- Programa de huesos y articulaciones – el más demandado.
- Programa antiestrés – con estancias flexibles desde 5 noches.
- Programa para el adulto mayor.
- Otros programas en desarrollo como el neurológico, de adelgazamiento y chequeo médico.
Las estancias habituales oscilan entre 14 y 21 días, durante los cuales los pacientes combinan tratamientos médicos con actividades recreativas, excursiones a parques naturales y experiencias culturales en haciendas y cabarets del entorno.

El Kurhotel Escambray cuenta con 210 habitaciones, de ellas 16 suites y dos apartamentos, con una ocupación media anual entre el 50 y el 60 %. Sus principales mercados provienen de América del Sur, con pacientes de Argentina, además de Rusia y Angola, y se espera ampliar la visibilidad hacia nuevos destinos emisores.
Entre sus especialidades médicas destacan endocrinología, cardiología, neurología, psiquiatría, estomatología y psicología, además de un sólido servicio de medicina física, tradicional y natural. El propio laboratorio elabora medicamentos a base de plantas y preparados para baños medicinales.
Único de su tipo en Cuba, el Kurhotel Escambray integra salud, descanso y turismo en un entorno natural privilegiado, con la capacidad de acoger también eventos nacionales e internacionales gracias a su infraestructura especializada.
