Un castillo en las nubes de Soroa

Soroa, en la provincia de Pinar del Río, se ha consolidado como uno de los destinos más atractivos de Cuba. Su entorno natural, ubicado en el borde de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario, ofrece una combinación singular de belleza paisajística y confort. Entre sus alojamientos destaca una construcción que despierta la curiosidad de los visitantes: el Castillo en las Nubes.
Este edificio, hoy convertido en hotel, forma parte del Grupo Hotelero Cubanacan. Su diseño se inspira en la arquitectura medieval y fue construido en 1940 por decisión de su propietario, quien materializó un sueño extravagante sin reparar en gastos. La estructura se levanta sobre una colina, lo que permite disfrutar de vistas panorámicas de las montañas y la costa. Según reseñas en plataformas como Tripadvisor, el castillo figura entre los sitios más recomendados de la zona, junto al Jardín de Orquídeas de Soroa y el Salto del Arcoíris.

El interior del castillo conserva piezas auténticas de castillos europeos, adquiridas en subastas. Estas reliquias aportan un ambiente romántico y singular que complementa la experiencia del visitante. El hotel ofrece comodidades propias de una instalación de alto estándar, como spa, piscina al aire libre y espacios diseñados para el descanso. Desde la piscina y las terrazas se puede contemplar el paisaje natural que rodea el edificio.
La propuesta turística incluye actividades como senderismo, observación de aves y paseos a caballo. El entorno del hotel forma parte de un corredor ecológico que alberga especies endémicas y migratorias. La cercanía con el Jardín de Orquídeas, que cuenta con más de 20 000 ejemplares, y con el Salto de Agua Los Manantiales, una cascada de 22 metros de altura, amplía las opciones para quienes buscan una experiencia integral.
El Castillo en las Nubes funciona como hotel boutique con solo seis habitaciones, lo que garantiza una estancia íntima y exclusiva. Además de su bar y restaurante de cocina criolla, el lugar permite degustar platos típicos cubanos mientras se contempla el parque natural. Esta combinación de arquitectura, naturaleza y gastronomía convierte al castillo en un punto de referencia para el turismo en la región occidental de Cuba.