Cámara de Comercio de la República de Cuba en la senda de la transformación y la integración

La Cámara de Comercio de la República de Cuba se encuentra inmersa en un proceso de transformación e integración con los planes económicos del país, afirmó su presidente, Antonio Carricarte.
En diálogo con Prensa Latina, el directivo comentó que es una prioridad conectarse de manera más efectiva con el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social, y con las estrategias de desarrollo sectorial y de diversificación de exportaciones.
La Cámara, dijo, intenta emplear con efectividad y eficacia los recursos e instrumentos que tiene a disposición de sus asociados en la promoción de la inversión extranjera, ya sea en misiones, ferias y eventos realizados en Cuba o en el extranjero. Para ello requiere un trabajo que posibilite los resultados favorables para la economía del país.
Entre las transformaciones a acometer mencionó la conformación de clústeres que permitan identificar en los diferentes sectores los intereses e insuficiencias existentes.
Recordó que la Cámara es una plataforma y en ella se pueden visibilizar los principales problemas y objetivos para aunar a instituciones y autoridades, una forma de lograr el funcionamiento de la cadena.
En ese sentido, los servicios de la Cámara se agrupan en programas cuyos objetivos son apoyar con más efectividad al empresariado cubano en la internacionalización, cadenas de valor, competitividades para concretar exportaciones, y en aquellos referidos a la transformación digital.
Sobre este particular resaltó la necesidad de la transformación digital del país, un fenómeno en ascenso pues crece el uso de esas vías para el acceso al mercado internacional, lo cual hoy constituye una necesidad para hablar de competencias, y si el empresariado no utiliza esas formas se les dificultará la inserción internacional.
La creación de riquezas en los territorios es otro punto importante en el trabajo de la Cámara, para lo cual se despliegan acciones que tengan una expresión en el vínculo con la estrategia de desarrollo territorial.
En todas las provincias, puntualizó Carricarte, se creó una sección de la Cámara con las expectativas de alcanzar un impacto, sobre todo, hacia los productores encargados de cumplir las competencias y certificaciones necesarias para avanzar en sus objetivos de exportación.
Recordó que la Cámara de Comercio es una asociación voluntaria de empresarios, quienes disfrutan de iguales beneficios, tanto los tradicionales como los actores privados, aunque quizás estos últimos requieran mayor apoyo hacia la arena internacional y en ese sentido también se incorporan acciones de apoyo.
Con la nueva forma organizativa sectorial, amplió, el empresariado privado podrá descubrir sistemas que los encadenen u obstaculicen el encadenamiento, eso dará buenos resultados, destacó Carricarte.
La intención es crear las condiciones para que los interesados en incorporarse a la Cámara cuenten con espacio, pero que, además, sea con el objetivo fortalecer la capacidad digital de la entidad, pues hoy existen más de seis mil micro, pequeñas y mediana empresas –mipymes- de las cuales solo un centenar trabajan con la Cámara.
Como parte de las actividades por las seis décadas de vida de la Cámara se realizó la cancelación de un sello postal. Para ello se seleccionó la emisión titulada 50 aniversario de la CCC, expedida el 31 de enero de 2013, con diseño de Ricardo Monnar.