De medicamentos y diagnósticos: entrevista al presidente de BioCubaFarma

Prensa
11 April 2020 1:57pm

Conocer qué medicamentos produce e investiga BioCubaFarma (BCF) en la lucha contra la COVID-19, cómo marchan esas investigaciones científicas, y el empleo con el mismo fin de otros ya desarrollados en el país, fueron algunas de las preguntas que la prensa nacional cubana le hiciera recientemente al doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente del Grupo Empresarial BioCubaFarma.

Al inicio de la conversación el doctor Martínez Díaz mencionó los cuatro componentes básicos que integran el plan de acción específico del Grupo, en estas circunstancias específicas: Suministro de los medicamentos que forman parte del protocolo del Ministerio de Salud Pública (Minsap) para la COVID-19. Actividad de Investigación-Desarrollo para aportar nuevos productos y conocimientos al combate contra este virus. Cooperación con otros países en el suministro de medicamentos para luchar contra la pandemia. Plan de medidas internas en nuestras empresas para proteger a los trabajadores y garantizar las operaciones en las actuales circunstancias.

Más adelante señaló que BCF suministra 22 medicamentos al protocolo cubano de enfrertamiento a la pandemia, entre los que destacan antivirales, encabezados por el Interferón; y un grupo importante de fármacos de uso hospitalario para los pacientes en las diferentes fases, incluido los estados grave y crítico, los que están en existencia en el país, para atender a miles de pacientes; a la par que se continúa fortaleciendo la capacidad productiva de todos ellos.

Explicó además el doctor que, a “partir de las capacidades de nuestras fábricas de equipos y dispositivos, en coordinación con otras empresas del país y del sector cuentapropista, trabajamos en la reparación de equipamientos muy importantes para enfrentar esta pandemia, como los ventiladores pulmonares, a la vez que fabricamos medios individuales de protección, fundamentalmente máscaras respiradoras con filtros, viseras, gafas y trajes.

A la pregunta del periodista del periódico Granma, medio al que se concedió esta entrevista, sobre cuáles son los avances científicos más significativos del centro hasta este momento, Martínez Díaz afirmó que desde los inicios mismos de la enfermedad, se creó en BCF un grupo de trabajo, se activaron las comisiones del Consejo Científico, enfocadas en la lucha contra la epidemia, y se ha tenido siempre, como tareas permanentes, la búsqueda de información, el estudio de las características del virus y el comportamiento de la pandemia en general.

“Procesar información nos ha permitido, en un período de tiempo relativamente corto, hacer propuestas de uso de medicamentos para su incorporación en el protocolo o para su evaluación clínica inicial”, afirma el entrevistado.

Así mismo nos asegura que hoy saben que una vez ocurrida la infección con el Sars–CoV-2, hay dos caminos para los pacientes: Uno, en el que el 80 % de los infectados pasan la enfermedad de forma leve o asintomática. Dos, en el que el 20 % presentan complicaciones y pasan a un estado de grave o crítico. Lamentablemente la letalidad promedio a nivel mundial está por encima del 5 % y en algunos países sobrepasa el 10 %. La diferencia entre ambos radica, fundamentalmente, en el estado inmunológico de las personas infectadas.

Se conoce que los casos graves llegan a tener 60 veces mayor carga viral que los leves. Esto ocurre porque las personas con el sistema inmunológico débil no responden de inmediato a la infección y este virus, que tiene una alta capacidad de replicación, alcanza altos niveles de copias.

Asimismo, refirió que han podido definirse varios grupos de riesgo que tienen en común la debilidad en su sistema inmunológico y, por lo tanto, son más vulnerables a tener complicaciones cuando se infectan con el nuevo coronavirus. Estos grupos de riesgos son las personas mayores de 60 años, las personas inmunodeprimidas, los pacientes diabéticos, con cáncer, o hipertensos, entre otros con afecciones asociadas.

De cara al escenario actual que presenta la COVID-19 en el país y en el mundo, los científicos e investigadores de BCF se centran en poder disponer de medicamentos para fortalecer el sistema inmunológico de las personas vulnerables; aquellos que tengan efecto antiviral y fármacos para evitar la muerte de los pacientes graves y críticos.

Tal es el caso de nuevas incorporaciones al protocolo que el país sigue para el enfrentamiento, desde la salud, a esta contagiosa enfermedad. Así mencionó la Biomodulina t y el Factor de Transferencia, dos medicamentos que fortalecen el sistema inmunológico; y añadió que se encuentra en fase de producción una variante de interferón para su uso por vía nasal, el cual será aplicado de forma preventiva con igual propósito.

Sobre posibles candidatos vacunales en el país, el presidente de BCF explicó que ya se evalúan dos vacunas de amplio espectro para estimular el sistema inmune innato. Aclaró que ambas son de nuevo tipo “en las que hemos estado trabajando con el objetivo, precisamente, de ‘‘entrenar’’ al sistema inmunológico de personas susceptibles a infecciones virales”; lo que permite “prepararlas” para que una vez infectadas, desarrollen una respuesta inmunológica más efectiva. Estas vacunas podrían ser incorporadas próximamente en el protocolo de lucha contra la COVID-19.

Sobre la taza de decesos que se experimentan en Cuba, y qué se hace desde la ciencia para tratar de evitar la muerte de los pacientes en estado crítico o grave, el doctor volvió a referirse a la alta carga viral que presentan los pacientes grabes, una carga 60 veces mayor que en aquellos con un desarrollo leve de la enfermedad.

Tan elevada carga produce una respuesta en el organismo, que conduce a lo que se le llama -tormenta de citoquinas-, causante de un proceso de hiperinflamación que agrava el estado de los pacientes.

Ante esta situación, y con un estudio detallado de los mecanismos moleculares “hemos identificado medicamentos con capacidad de frenar esta la mencionada tormenta de citoquinas, que puede causar la muerte a los pacientes en un periodo breve de tiempo. De igual forma, le propusimos al grupo de expertos del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) dos medicamentos para su uso en los pacientes graves y críticos.

Después de un análisis riguroso se aprobó su evaluación de forma contralada. Vale resaltar que estos medicamentos tienen una probada seguridad farmacológica y evidencias de eficacia en otras enfermedades en estudio. Hasta la fecha los referidos fármacos ya han sido usados en varios pacientes con la COVID-19 y comienzan a verse resultados alentadores, aunque por supuesto, “tenemos que esperar a tener más evidencias para afirmar que los productos están teniendo el efecto deseado y por lo tanto salvando vidas”.

Por supuesto, en esta entrevista no podía faltar la referencia a los interferones, sobre todo cuando existen reportajes e informaciones que plantean que ellos no tienen una demostración clínica para su uso en la COVID-19, ante lo cual explicó que ninguno de los productos que hoy se utilizan mundialmente en el tratamiento de la enfermedad tiene evidencia clínica demostrada en un estudio controlado. O sea, no se ha tenido tiempo para realizar ensayos clínicos con todo el rigor necesario, que permitan evaluar la eficacia de algún medicamento específico en esta pandemia.

No obstante, se han planteado y aprobado por las autoridades regulatorias de los países a nivel mundial una gran cantidad de medicamentos. “Y nosotros lo estamos haciendo también. Por ejemplo, cada propuesta de nuestros científicos la analizamos en el Grupo de Trabajo de BCF y posteriormente se presenta a un grupo de expertos en el Minsap, en el cual participa Cecmed y el Centro Coordinador de Estudios Clínicos (Cencec), donde se aprueba.

“Hemos establecido mecanismos especiales para la rápida evaluación y aprobación de los protocolos, manteniendo un alto rigor; y en el caso específico del Interferón Alfa 2b Humano Recombinante, producido en nuestro país, está incluido en el protocolo de tratamiento a la COVID-19, junto a otros antivirales químicos. El interferón es importante para que el organismo combata al virus por la activación del sistema inmunológico y de los mecanismos de inhibición de la replicación viral”.

Para el caso particular de Cuba, el doctor aseguró que el uso del referido medicamento contra la COVID-19 muestra resultados muy positivos en lo referido a evitar que los pacientes evolucionen a la gravedad.

Finalmente, aseguró que se trabaja en el desarrollo de sistemas diagnóstico, y en específico mencionó la prueba de PCR (siglas en inglés de Reacción en Cadena de la Polimerasa) en tiempo real como la fundamental para confirmar los portadores del virus; así como el desarrollado de sistemas diagnósticos rápidos para medir los anticuerpos, que se producen durante la infección.

“Nosotros estamos trabajando en el desarrollo de un sistema tipo Elisa (acrónimo del inglés Enzyme-Linked ImmunoSorbent Assay: ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas) basado en la tecnología del Sistema Ultramicroanalítico (suma), que podría estar disponible en próximas semanas. Realmente es un reto tener el sistema montado y validado en tan poco tiempo, pero laboramos intensamente parta lograrlo”, concluyó el presidente de BCF, Eduardo Martínez Díaz.

 

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