Hemingway, el que cayó dos veces del cielo y vivió para contarlo

Rolando Pujol
25 June 2021 5:41pm

En 1933, a la edad de 34 años Ernest Hemingway viajó a Kenia para realizar su primer safari en África. Buscaba inspiración para escribir algunos de sus libros más famosos. Durante dos meses, cazó gacelas, impalas, kudúes, y tres leones.

La experiencia africana sirvió a Hemingway para consolidar un culto espartano a la masculinidad, al valor y al coraje; cualidades que fueron materia prima de sus alter egos literarios, también pendencieros, alcohólicos y autodestructivos, como su creador. Terminó la cacería el 28 de febrero de 1934, planteándose volver a África al año siguiente, pero sus planes tuvieron que ser postergados dos décadas.

El segundo safari comenzó otra vez en Kenia, el 22 de agosto de 1953, acompañado de su cuarta esposa, Mary Welsh. Para entonces ya era un hombre con una salud precaria. Tenía 54 años y llegaba convertido en toda una celebridad mundial por sus libros y las películas basadas en ellos. Patrocinaría esta expedición la revista norteamericana "Look".

La condición de Papa Hemingway, ya no era la de antes. Su juicio y puntería estaban desapareciendo rápidamente por los devastadores efectos del alcohol. Permaneció casi siete meses en territorio africano, donde de nuevo contó con los servicios de su fiel amigo Phill Percival. En esta oportunidad, Hemingway aprendió de los Masai, habitantes de las llanuras del Serengueti, a cazar con lanzas, arco y flechas y posó con ellos para las fotos del reportaje. Persiguió y mató a dos leones que azolaban la aldea.

Hemingway comparte con guerreros Masai (2)
Hemingway comparte con guerreros Masai

 

Los Hemingway llegaron a Kenia en plena rebelión Mau-Mau contra el régimen colonial británico, pero ese levantamiento no afectó el safari que, sin embargo, fue eclipsado por nada menos que dos accidentes aéreos sucesivos.

Los esposos Hemingway frente al Monte Kilimanjaro
Los esposos Hemingway frente al Monte Kilimanjaro

 

El primer infortunio aconteció el 23 de enero de 1954, en un vuelo turístico, regalo navideño a su esposa, de Nairobi al Congo, donde la avioneta se estrelló a poca distancia de las Cataratas Murchison, muy cerca de una manada de elefantes salvajes. En esta oportunidad Mary sufrió la rotura de dos costillas y Hemingway escapó casi ileso.

Avión donde Hemingway sufrio el primer accidente
Avión donde Hemingway sufrio el primer accidente

 

Al día siguiente la pareja tomó otro avión, para alcanzar la ciudad de Entebbe y recibir atención médica, cuando en el despegue en una pista improvisada, la nave chocó con un obstáculo y explotó cayendo a tierra envuelta en llamas.

Esta vez se salvaron de milagro, aunque fue el escritor el que llevó la peor parte, pues sufrió fractura craneal, múltiples heridas internas y quemaduras. Llegaron a Entebbe el 25 de enero, en un coche, donde le esperaba una legión de periodistas que días antes les habían dado por muertos. Hemingway los saludo a todos portando un racimo de plátanos y una botella de ginebra y la frase: “De suerte, ando muy bien”.

Una publicación de la época anuncia la muerte de Hemingway y su esposa en el accidente aéreo
Una publicación de la época anuncia la muerte de Hemingway y su esposa en el accidente aéreo

 

En octubre de ese año 1954, Papa, recibe el Premio Nobel de Literatura, por su historia cubana de “El viejo y el mar”, pero su delicada condición tras los accidentes, le impidió ir a recogerlo a Estocolmo. Las graves heridas del segundo safari provocaron el declive físico y sicológico, que lo indujeron a poner fin a su vida unos años después. Como gesto de agradecimiento al pueblo cubano, el escritor norteamericano, depositó la medalla del Premio Nobel, a los pies de la Virgen de la Caridad en el Santuario del Cobre.

Después de la muerte del escritor el 2 de julio de 1961, su esposa Mary Welsh, viaja a Cuba en agosto y dona la casa y las pertenencias del escritor, al estado cubano. Mary Welsh, quien también sobrevivió a los dos accidentes aéreos, fallece unos meses después.

El 21 de julio de 1962, la Finca Vigía, queda abierta como la primera institución creada en el mundo para divulgar la vida y obra del Premio Nobel de Literatura de 1954. Allí, numerosos objetos, recuerdan la afición de Ernest Hemingway por la caza y la suerte que tuvo al caer del cielo dos veces y vivir para contarlo. 

 

 

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