José Cueto, el torcedor que rinde homenaje a su trayectoria de más de 60 años

Redacción Exce…
26 April 2024 12:43pm
José Castelar, Cueto

En un ambiente íntimo y relajado, el torcedor cubano, José Castelar, "Cueto", compartió anécdotas y habilidades con los participantes en el evento "El Legado de Cueto", un homenaje a su trayectoria que supera las seis décadas como tabaquero.

Con 80 años, Cueto sigue siendo un maestro en su oficio, con cinco récords Guinness por los habanos más grandes del mundo. Durante la clase de torcido, Cueto recordó sus inicios a los 14 años en un chinchal en Villa Clara y su trayectoria de 30 años en la tienda La Tríada en el Parque Histórico Militar Morro-Cabaña.

La clase de torcido, relata Prensa Latina, fue un viaje a través de la historia de Cueto, desde sus inicios como aprendiz hasta su actualidad como maestro tabaquero. Los participantes aprendieron sobre el lenguaje secreto de la chaveta, cómo el repiqueteo en la tabla de torcer es una muestra de aplauso o felicidad, un golpe seco significa protesta, pero si cae al suelo, es una señal negra, un torcedor morirá.

Durante la jornada, Cueto compartió anécdotas divertidas, como la vez que un cliente le preguntó el precio de un tabaco expuesto cuya longitud era de dos metros y ofreció comprarlo por 2,012 dólares, con 1,000 destinados a la salud pública y los otros 12 para comprar una botella de ron.

La clase de torcido también incluyó la narración de la historia de Cueto, quien recordó cuando entró en un ataúd para una actividad de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y salió repentinamente para leer un comunicado, pero lo que no previeron fue que la caja caería tantas veces al suelo y choque con otros objetos.

Cueto también habló sobre sus récords Guinness. En orden cronológico las marcas son: en 2001 un puro de 11,4 metros de longitud; en 2003 logró otro más grande, de 14,86 metros, al cual le siguieron un tercero de 20,41 metros en 2005 y un cuarto de 45,38 metros en 2008. Hasta que en el 2011 logró un impresionante habano que alcanzó 81,80 metros.

La clase de torcido fue un homenaje a la trayectoria de Cueto, un maestro tabaquero que ha dedicado más de 60 años a su oficio y sigue siendo un referente en el mundo del tabaco.

Foto: PL

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