Los sabores de la comida cubana de fin de año

El último día del año es una ocasión especial para disfrutar de la gastronomía cubana, que se caracteriza por su variedad y riqueza. Los platos típicos de esta fecha reflejan la historia, la cultura y la identidad de la isla, y son el resultado de la mezcla de influencias africanas, españolas y criollas.
Al recorrer las calles de Cuba el 31 de diciembre, se puede percibir el aroma de las delicias que se cocinan en las casas para la cena de fin de año. La comida tradicional cubana, reconocida internacionalmente, es uno de los atractivos de esta celebración, y hay platos que no pueden faltar en la mesa, aunque a veces haya que adaptarlos a las circunstancias actuales.
Entre estos platos se destaca el arroz congrí o moro, que consiste en arroz cocido con frijoles negros o rojos. Este plato es muy popular en todo el país, aunque tiene su origen en el oriente cubano. Se le suele añadir cebolla, ajo, pimentón y otras especias, así como chicharrones, para darle más sabor y textura.

Otro plato imprescindible son los tostones o platanitos fritos, que se hacen con plátanos verdes cortados en rodajas y fritos dos veces. Los tostones son el acompañamiento ideal para el arroz congrí o moro, y también se sirven como aperitivo o picadera. En algunas regiones de Cuba se les llama chatinos o tachinos, pero lo que no cambia es su sabor y su facilidad de preparación.
Las frituras son otra opción para degustar la comida cubana de fin de año. Se trata de pequeñas porciones de masa frita, que pueden ser de malanga, maíz, harina o bacalao. Las frituras son crujientes por fuera y suaves por dentro, y se comen solas o con salsa. Son tan sabrosas que resultan adictivas, y se pueden consumir como entrante, como acompañamiento o como postre.

Las croquetas son otro bocado que no puede faltar en las fiestas cubanas. Se hacen con una masa de leche, harina, mantequilla y huevo, a la que se le agrega jamón, pescado, queso u otros ingredientes. Luego se forman bolitas o cilindros, se rebozan con pan rallado y se fríen. Las croquetas son un clásico de la cocina cubana, y se pueden comprar o hacer en casa.
El plato principal de la cena de fin de año suele ser el cerdo, el llamado “mamífero nacional” de Cuba. El cerdo se puede preparar de diferentes formas, pero la más tradicional es el lechón asado en púa, que consiste en asar un cerdo entero en una vara sobre el fuego. Este método requiere de varias horas de cocción y de una buena sazón con ajo, sal, orégano y naranja agria. El resultado es una carne tierna y jugosa, con una piel crujiente y dorada.
El cerdo también se puede preparar en masas fritas, que son trozos de carne adobados y fritos en aceite. Estas masas se suelen servir con yuca, una raíz que se cuece y se aliña con mojo, una salsa de ajo, aceite, vinagre y limón.
La comida cubana de fin de año es una forma de celebrar la vida, la familia y la amistad, y de despedir el año viejo y recibir el nuevo con alegría y esperanza. Es una expresión de la cultura y la identidad de un pueblo que ha sabido preservar y enriquecer su gastronomía a lo largo del tiempo, y que también la ha compartido con el mundo.