La Alameda de Paula de La Habana

Redacción Exce…
30 January 2019 2:16pm
La Alameda de Paula de La Habana

Lleva nombre de mujer y es uno de los espacios más transitados de La Habana Vieja. Es un bello paseo ubicado en la Avenida del Puerto y que fue sensación durante la etapa colonial. La Alameda de Paula y sus nuevos proyectos captan la atención de quienes llegan a La Habana.

Dicen que La Alameda de Paula, siglos atrás, fue un inmenso basurero de La Habana. Pero el lugar que muchas distinguidas familias habaneras jamás pensaron visitar, se convirtió de pronto en el más concurrido del año 1777. Lo que una vez fue lúgubre e insano, se transformó en el primer paseo público y marítimo de la ciudad.

La Alameda de Paula recoge esa primera experiencia del habanero en disfrutar de su ciudad y de sentarse a conversar con el mar como fondo. Es el lugar a donde venían a caminar los habaneros.

Construida en 1777 por el arquitecto coronel de ingenieros Antonio Fernández de Trebejos y Zaldívar para satisfacer requerimientos urbanísticos, inicialmente fue un terraplén con dos hileras de álamos y algunos bancos. Fue llamada Alameda de Paula por su cercanía con la Iglesia del mismo nombre que aún se conserva allí y que hoy funciona como una sala de conciertos. A principios de 1800 se le agregaron asientos de piedras, farolas y se le embaldosó el pavimento. En el centro, aún conserva la columna de mármol dedicada al que fuera Capitán General de la Isla, Leopoldo O´Donell. Y siempre fue un espacio asociado al puerto de la habana.

Fue esta una zona que se caracterizó por tener fábricas e industrias, y de hecho aún conserva parte de los más importante del patrimonio industrial cubano. Pero, en la década del 90 y principios de los 2000, la zona se deterioró muchísimo. Con la decisión de trasladar el puerto comercial a la zona del Mariel, La oficina del Historiador comienza un proceso de reconversión del lugar, que ya lleva diez años. Proceso que va desde el conocido «Cubo de Cristal» (la Cámara de Rejas del Alcantarillado de La Habana) hasta los Almacenes San José, donde hoy radican un grupo de artesanos cubanos. Para entonces, era una zona aún muy desconectada del Centro Histórico y poco visitada.

La propuesta fue rescatar la relación del hombre con el mar y uno de esos nuevos espacios fue un llamativo muelle flotante, que ya comienza a tener su propia historia. A semejanza de otros en el mundo, este ya tiene sus candados como símbolo del amor entre parejas. Y a diferencia de otros, este sí puede resistir el peso por la estructura que tiene. Mientras más peso, más flota.

Otros espacios recuperados son el emboque de luz, con la tradicional lanchita de Regla, sitio que hoy cuenta con servicios gastronómicos, de cajeros automáticos y otros.

Pero, quizás uno de los proyectos más importantes de la reanimación de la Alameda de Paula y la Avenida del Puerto, es el Edificio de la Real Aduana, que será convertido en un hotel. Con una fachada de 300 metros, es un complejo proyecto que le dará otra visualidad a la ciudad y que igualmente estará conectado al muelle flotante para hacer más hermosa la instalación.

En el proceso de transformación ya se puede apreciar restaurado el Cubo de Cristal, la emblemática cervecería del Antiguo Almacén de la Madera y el Tabaco, los Almacenes San José, el emboque de Luz, la Iglesia de Paula y la bellísima alameda.

Es otra imagen de la ciudad. Un sitio de obligada visita para quienes gustan de recorrer la Habana y conocer cómo era esta urbe y cómo ha llegado hasta hoy, tras casi 500 años de fundada.

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