Restauran las Campanas de la Catedral de La Habana

Redacción Exce…
19 December 2018 1:08pm
Restauran las Campanas de la Catedral de La Habana

La noticia corrió de boca en boca apenas el acontecimiento se hizo público. Las campanas de la catedral de La Habana habían sido bajadas para su restauración. Muchos suponen que es la primera vez que sucede desde que fueron puestas en la torre campanario en la medida que llegaban de diversas procedencias en siglos anteriores. Y es que la historia desconoce si les fue dada algún tipo de conservación en algunos de los procesos de restauración que ha tenido la catedral.

Entre los meses de septiembre y noviembre, fueron ubicadas en los adoquines de la plaza. A la vista de todos, estaban las ocho campanas, cada una con nombre y año de fundición inscritos a relieve con la ortografía de la época y trazos de diferentes estilos, anagramas, símbolos e imágenes religiosas: La San José, El Divino Corazón de Jesús y la Madre Santísima de La Luz, Mediate, Nuestra Señora de La Caridad y Remedio, San Cristóbal, San Miguel, San Pedro y la campana del ingenio Maynicu propiedad de Don Pedro Iznaga.

Para sorpresa de los investigadores, historiadores y técnicos hubo revelaciones. Una de ellas, la llamada Nuestra Señora de la Caridad y Remedio, resultó ser la más antigua de todas. Con un peso de dos toneladas, en ella está reflejado el año de su realización: 1343. Es probablemente uno de los objetos más antiguos del Caribe pues fue fundida mucho antes de la conquista de América y se piensa fue hecha en Europa. Nadie sabe cómo llegaron aquí, ni cuándo, al menos hasta el día de hoy. Pero lo que sí se conoce es que las campanas no fueron fundidas precisamente para la catedral de la Habana. Dos de ellas proceden de ingenios cubanos, la Mediate, de 1844 y la Maynicu, fechada en 1833. El resto se desconoce su procedencia aunque se presume vienen de otros templos que fueron deshabilitados o destruidos siglos atrás como es el caso de la Parroquial Mayor que estuvo emplazada donde hoy se encuentra el Museo de la Ciudad, antiguo Palacio de los Capitanes Generales.

Aunque fueron fundidas en bronce, durante la restauración se encontraron residuos de oro y plata, pues se conoce que a muchas de ellas se les agregaban estos metales preciosos para mejorar y embellecer su sonido.

La más grande de las ocho, es la San Pedro de 1762 que pesa 4 toneladas y probablemente sea la campana más grande de Cuba, esta solía tocarse cuando morían los obispos durante la época de la colonia. Y la más pequeña es la San José con 700 kilogramos.

Solo una tenía grabado cuánto pesaba. El peso de las otras siete fue comprobado en el proceso de restauración. Fueron limpiadas con ácido, se les aplicó una capa de protección para evitar la erosión y una tuvo que ser soldada por presentar una rajadura

Víspera del aniversario de la ciudad, justamente el 15 de noviembre, volvieron a sonar tras dos meses de silencio y ya se les pudo ver ubicadas en su sitio original. Ahora seguirán sonando como siempre. Ya sea para convocar a misa o cuando la ciudad viva algunos de sus más significativos festejos.

Y cuando volvamos escuchar sus campanas o pasemos a verlas, volveremos a hacernos algunas preguntas. ¿De dónde provienen las que aún se desconoce su procedencia? ¿A quiénes pertenecían? ¿Por qué fueron nombradas así?  Respuestas que solo la historia y el tiempo podrán definir. 

Restauran las Campanas de la Catedral de La Habana

 

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