Aplican hipnosis para terapias sexuales en hospital santiaguero

Con terapia hipnótica tratan a pacientes santiagueros con trastornos sexuales, en el hospital Clínico Quirúrgico Juan Bruno Zayas, después de un análisis riguroso de un grupo de especialistas.
“Las terapias sexuales son orgánicas o psicógenas, pero es importante recordar que toda manifestación psicológica puede tener una repercusión fisiológica, y todo componente orgánico puede tener un trasfondo psicológico”, explica Joaquín Blanco, psicólogo especialista en este tipo de tratamiento.
En las consultas se atienden tanto lo fisiológico como lo psicológico. En el caso de lo orgánico, se prepara al individuo a convivir con esta situación y a la pareja a encontrar nuevas alternativas en dependencia del padecimiento.
“Las disfunciones sexuales conllevan a serios conflictos en las relaciones de pareja es por eso que a veces se hace necesario la ayuda de un especialista para reorientar, pero cuando predomina el amor y la comprensión puede compensarse con otras prácticas sexuales”, explicó el terapeuta.
En el caso de lo psicógeno se trabaja en las causas que pueden estar incidiendo en la disfunción sexual, algunas de las más comunes tratadas en este centro son por ejemplo, el miedo a quedar mal, la ansiedad de desempeño, cuestiones de machismos que atentan contra la autoestima del individuo y lo llevan a la depresión y a la angustia.
La hipnosis trabaja específicamente con las emociones, los sentimientos que pueden estar dadas por formas de crianza o experiencias anteriores.
Esta consulta es multidisciplinaria con la presencia de endocrinos, urólogos, psiquiatra y psicólogos. Tienen la privacidad requerida para este tipo de padecimientos, en el periodo de docencia, los pacientes son los que autorizan o no la presencia de los estudiantes.
Según Blanco, es importante que a estas consultas asistan la pareja, porque muchas veces las orientaciones que se dan son para realizarlas de forma conjunta.
“Igualmente sabemos que muchas mujeres tienen disfunciones y como pueden fingir el placer no buscan ayuda médica, por pena o tabúes. O los hombres no tienen tantas dificultades y asisten buscando la llamada viagra sin pensar en las consecuencias que pueda traer.”