El escenario turístico Cuba- Estados Unidos: visitas, declaraciones y buenas intenciones

alina
02 December 2015 7:52pm
El escenario turístico Cuba- Estados Unidos: visitas, declaraciones y buenas intenciones

Faltando pocos días para cumplirse un año de las declaraciones de los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, sobre la intención de normalizar las relaciones entre ambos países, valdría la pena un breve comentario de los momentos esenciales que, de alguna forma, han influido en el escenario turístico.

En este contexto, es necesario proyectarse al futuro asumiendo los nuevos retos con confianza en las capacidades que, en Cuba, se han creado: salud, justicia social, seguridad ciudadana, fuerza laboral calificada, y que desafortunadamente aún no se utilizan a plenitud. Los cambios actuales en la política estadounidense solo suponen una diversificación de los mismos retos fundamentales en un marco de reconocimiento y respeto de la independencia, soberanía y prosperidad sustentables.

Estados Unidos ha jugado y sigue jugando un papel importante en la economía cubana a pesar de las severas restricciones impuestas por el bloqueo. Hay por lo menos cinco áreas claves donde los vínculos económicos de ese país con Cuba son fuertes, en particular los viajes, las remesas, los pagos por servicios de telecomunicaciones, las ventas de productos agrícolas, y las inversiones indirectas.

Las primeras medidas que permitieron el incremento de los arribos de cubanoamericanos y la eliminación de los límites a las remesas familiares desde EE.UU. promovieron un aumento en la recepción de remesas a Cuba; esto contribuyó a la expansión del sector no estatal, esencialmente el alojamiento privado, los restaurantes conocidos como “paladares”, cafeterías, comercialización de artesanías y algunas formas de cooperativas; constituyendo la génesis de las futuras pequeñas y medianas empresas; las pymes, como se conocen en todos los países.

Desde hace unos cuatro años, la administración estadounidense también había permitido a cualquier estadounidense enviar hasta 500 dólares por trimestre a personas en Cuba que no son familiares, para apoyar actividades económicas privadas. Estas actividades “económicas” también son resortes para el desarrollo de la nueva “restauración temática” en paladares, que refuerza la oferta complementaria del turismo con altos estándares de calidad y satisfacción del cliente.

El académico Paolo Spadoni comentaba en septiembre pasado, durante una visita a La Habana, que aunque no existen datos reales sobre el monto exacto de estas transferencias del exterior, es innegable que las remesas constituyen una fuente de divisa muy importante para la economía cubana (posiblemente la segunda más grande después de las exportaciones de servicios profesionales) y que la mayoría de ellas provienen de Estados Unidos, donde reside el mayor número de cubanos fuera de la Isla.

También enfatizó que Estados Unidos, además de ser un gran emisor de viajeros y remesas a Cuba, es también una fuente de divisas para el sector de telecomunicaciones de la Isla. De hecho, una parte sustancial de los ingresos de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) provienen del tráfico de llamadas originadas en territorio estadounidense; así como las recargas de saldos a celulares desde el exterior.

Aparte de las operaciones en el sector de telecomunicaciones, recientemente autorizadas por el gobierno de Barack Obama, las entidades de Estados Unidos no pueden invertir directamente en Cuba a causa de las prohibiciones del bloqueo, pero pueden invertir en compañías extranjeras que operan en la isla, siempre que no asuman el control de dichas compañías y que estas últimas no obtengan la mayoría de sus ganancias totales de los negocios en Cuba (Spadoni, 2015).

El caso es que, en un mundo cada día más globalizado, la nacionalidad de las empresas transnacionales, según el lugar donde se encuentra su casa matriz o sede central, no necesariamente refleja la distribución geográfica de su capital social. De hecho, nos explica Spadoni, hay capital de Estados Unidos muy significativo en varias compañías extranjeras que operan en el mercado cubano.  Por ejemplo, en 2014 los inversionistas estadounidenses poseían cerca del 40% de las acciones de la firma francesa Pernod Ricard, casi un  tercio de las acciones de la británica Imperial Tobacco, y 27% de la suiza Nestlé. Estas firmas tienen empresas mixtas con entidades cubanas, respectivamente en las áreas del ron, tabacos o puros, y aguas minerales y refrescos.

Cuando se eliminen por completo las restricciones a la inversión directa de compañías de Estados Unidos en Cuba, muchas empresas estadounidenses podrán lanzar nuevos proyectos en la isla y competir con otras compañías, pero en algunos casos podrán simplemente comprar una compañía y empezar un negocio que ya está asentado. 

EL DESEMPEÑO TURÍSTICO DE CUBA EN EL 2015

El grupo de medidas anunciadas por los presidentes de Cuba y Estados Unidos sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, en la segunda quincena del último mes del 2014, representó la posibilidad de un cambio de paradigma en el escenario turístico desde las primeras semanas del nuevo año.

La ampliación en las categorías de licencias, prácticamente incluyen el abanico de motivaciones de viajes, por lo que cualquier viajero se desplaza desde su lugar de residencia hacia un destino para conocer nuevos espacios de vida “people to people”. La definición aceptada de “viaje experiencial” es una de las principales tendencias de mercado en la industria turística moderna e incluye las motivaciones contempladas en las licencias.

Lo cierto es que, el cambio de la política estadounidense hacia Cuba, actuó como incentivo para que todos los mercados emisores de turismo, viajaran a la mayor de las Antillas: “Cuba está de moda”. Los diez principales mercados turísticos de Cuba han reportado crecimientos significativos: Canadá (12,3%); Alemania (26,4%); Reino Unido (26,6%); Estados Unidos (72,5%); Francia (33,1%); Italia (18,5%); España (35,4%); México (26,1%); Argentina (22,5%) y Chile (28,3%). El resultado global es un crecimiento de 17,8%, cuando le queda al año el mes diciembre.

Estos resultados, que no fueron previsibles en el corto plazo, tensionan a todos los componentes de la cadena de valor del turismo, entre ellos al sistema aeroportuario, el sector de transporte, la oferta de opcionales y alojamiento, la red de comercio minorista y las telecomunicaciones.

La percepción general, tanto en sus inicios como en la actualidad, es que Cuba es el destino caribeño con menos presencia en cuanto a vacacionistas estadounidenses se refiere y el menos “contaminado” en cuanto a la participación de capital norteamericano. Este fenómeno de corte socio-político ha servido para consolidar el mercado de vacacionistas canadienses a Cuba, como su mercado principal.

Sin embargo, la posibilidad real de un “boom” en las llegadas de estadounidenses, preocupó a los vacacionistas del primer mercado turístico de Cuba. Un académico canadiense, de amplio quehacer en las relaciones cubano-canadienses, el amigo y profesor John Kirk perteneciente a varias asociaciones de Amistad con Cuba; nos comentaba cuando visitó La Habana en marzo de este año: el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos tendrá un impacto muy grande, y potencialmente muy negativo. Todo depende del número de turistas estadounidenses. Existe ya una gran preocupación de que habrá una invasión turística estadounidense. Conozco a muchos canadienses que viajan a Cuba para reponerse durante el invierno, que buscan la tranquilidad. Optan por una vacación en Cuba, en muchos casos, por la razón básica de que no hay turistas de EE.UU. Con respecto a la normalización de relaciones —suceso sumamente importante— hay que analizar los retos en varios aspectos sociales. En cuanto al turismo, la industria cubana tendrá que hacer todo lo posible para no perder el mercado canadiense que ha ido creciendo en los últimos 20 años, que ha resultado en muchas amistades entre cubanos y canadienses, que ha constituido un factor importantísimo en la relación bilateral a nivel político.

Aunque el proceso de acercamiento entre Estados Unidos y Cuba sigue su curso y todavía enfrenta muchos desafíos, no cabe duda de su trascendental importancia. Después de más de medio siglo de enfrentamiento, desconfianza, y enemistad, Washington y La Habana ahora tienen relaciones diplomáticas, y Cuba ya no es considerado, por EE.UU., como un país que patrocina el terrorismo. No obstante, para que los nuevos vínculos se conviertan en una fuente de estímulo importante para la economía cubana se necesita que ambos países estén dispuestos a emprender ulteriores acciones que faciliten la intensificación de estos vínculos, en los que el turismo y los viajes cobran un importante espacio. 

Termino con la última frase del profesor Kirk en aquella entrevista: “El tema es muy importante, por ser el turismo una importante fuente de ingresos para la economía cubana. Pero, ¿qué tipo de turismo hace falta? Allí radica el gran reto que hay que afrontar… Te confieso que no he escrito nada sobre el turismo, aunque sí bastante sobre las relaciones entre Cuba y Canadá”.

Referencias:

Morris, Emily. “How Will U.S.-Cuban Normalization Affect Economic Policy in Cuba?” Paper  prepared for forum entitled “Scholarly Implications of Normalization: Scholarly Perspectives on U.S.-Cuban Relations,” American University, 2015.

Spadoni, Paolo. “Cuba’s Socialist Economy Today: Navigating Challenges and Change”. Boulder, CO: Lynne Rienner, 2014.

Spadoni, Paolo.“El Descongelamiento de las Relaciones entre EEUU y Cuba: Impacto Potencial en la Economía Cubana”. CEEC, Septiembre 26. La Habana, 2015 (inédito).

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