Los edificios católicos más emblemáticos de La Habana Vieja
Entre los encantos arquitectónicos e históricos que tiene La Habana Vieja, existen lugares vinculados al catolicismo que cada año centenares de personas visitan como peregrinos o simplemente para admirarlos. Con un recorrido por estos, Excelencias News Cuba da comienzo a una sección dedicada a la visita del papa Francisco a la Isla.
La iglesia católica en Cuba posee más de 600 templos funcionando, pero algunos sobresalen por su belleza o importancia tanto religiosa e histórica como arquitectónica, sobre todo la Catedral de La Habana, la de Santiago de Cuba y la Basílica de Nuestra Señora del Cobre (también en Santiago).
Los templos más importantes de la Habana Vieja
La Catedral de La Habana
Pasear por La Habana implica visitar la Plaza de la Catedral, un espacio adoquinado y virtuoso, cargado de bellezas y sentidos, lugar a donde acuden miles de personas de todo el mundo cada mes, tal y como lo recuerdan hoy guías turísticos.
Frente a su atrio se organizan cenas y festejos, auspiciados por la gastronomía del restaurante El Patio, muy visitado por el famoso escritor cubano, ya fallecido, José Lezama Lima.
Conocida originalmente como Plaza de la Ciénaga, después nombrada “de la Catedral”, es un lugar que tiene mucho que ver con los orígenes de la Ciudad-Capital, asentada definitivamente el 16 de noviembre de 1519 en las márgenes del Puerto Carenas, o Bahía de La Habana.
Su nombre se debe a la imponente catedral construida en un principio como oratorio de los Hijos de San Ignacio, de la orden de los Jesuitas, cuya primera piedra fue colocada en 1748.
Luego de tres décadas se reconstruyó el oratorio, funcionando ya la Catedral, y de 1802 a 1832 se le aplicaron importantes reformas. Decorada bellamente, con importantes obras y reproducciones realizadas por el francés Juan Bautista Vermay, es un lugar de inevitable visita.
Allí se encuentra la capilla de Nuestra Señora de Loreto, consagrada por el obispo Morell de Santa Cruz en 1755 y una infinidad de atractivos más, tanto para devotos como para amantes del arte y la cultura.
Como toque adicional, desde 1994, a iniciativa de la compañía turística Habaguanex S.A., se organizan en su plaza cenas y encuentros de carácter recreativo y oficiales (elegidos por importantes empresas y agencias), relacionadas con viajes y productos tan emblemáticos con los habanos.
La vista es maravillosa, de una arquitectura bien conservada, la riqueza cultural del cubano y la inmejorable gastronomía que preparan los restaurantes de su alrededor.
Por si fuera poco, en uno de los callejones aledaños se encuentra el restaurante más famoso de Cuba: La Bodeguita del Medio, que ratifica su condición después de más de 60 años de fundada.
Ese restaurante es el más emblemático del turismo cubano, con las paredes atestadas por unos dos millones de firmas de sus comensales de diferentes épocas, y fotografías dejadas allí por celebridades, entre estas Ernest Hemingway, Mario Benedetti, Pablo Neruda o Errol Flyn.
La lista de personajes importantes es grande, incluidos artistas de cine, pintores, políticos, bailarines y músicos, tanto extranjeros como cubanos, donde tuvo su espacio particular el poeta nacional de este país, Nicolás Guillén (fallecido).
Convento de Santa Clara
El Convento de Santa Clara se construyó por disposición del gobernador español Pedro de Valdés de 1603 y autorizada Real Licencia en 1638 para inaugurarse seis años más tarde en 1644, momento en que se convirtió en residencia de monjas franciscanas.
Esa casa religiosa abarca una manzana en las calles Cuba, Sol, Luz y Habana, en la parte antigua de la ciudad. Se componía de una sola nave y en su altar mayor colocaron imágenes de la Purísima Concepción.
Luego de varias transformaciones el edificio e instalaciones del antiguo convento lo vendieron las monjas en 1919 al estado cubano.
La ciudadela del antiguo convento fue sede de diversas instancias gubernamentales como Secretaría y después Ministerio de Obras Públicas hasta 1926 y en 1982 se emprendieron obras de restauración como parte de la declaración de Patrimonio Cultural de la Humanidad otorgado por la UNESCO al centro histórico capitalino.
Iglesia del Espíritu Santo
Esta es la iglesia considerada la más antigua de Cuba y se encuentra en las entrecalles Cuba y Acosta. Según una ermita pequeña se construyó en el lugar en 1638, y años después las autoridades religiosas decidieron convertirla en la segunda iglesia parroquial de la capital.
La nave principal de la iglesia fue edificada en 1760 por orden del obispo Morell de Santa Cruz y el templo se levanta sobre dos catacumbas en las que fueron enterrados muchos de los primeros moradores de La Habana antigua.
Seminario de San Carlos
El Real Seminario de San Carlos y San Ambrosio, en la calle San Ignacio entre Empedrado y Chacón, es otra de las joyas y su construcción demoró 42 años hasta 1767, sede de la primera casa de altos estudios del país.
Ilustres cubanos como el padre Félix Varela, José Agustín Caballero y José de la Luz y Caballero se graduaron en ese centro, que trasladó hace poco sus salones de estudio hacia una instalación más moderna en las afueras de la ciudad, pero sigue conservando todo su brillo arquitectónico.
Iglesia del Santo Angel Custodio
Construida en una pequeña colina cerca de la Bahía de La Habana en 1789 la Iglesia del Santo Ángel Custodio fue primero una ermita que inició sesiones en octubre de ese año para servir de auxiliar a la Parroquial Mayor.
Por el lugar había gente muy humilde, de ahí que dos calles aledañas se denominan Peña Pobre y Cuarteles, eso era en épocas que La Habana tenía alrededor de 20 mil habitantes (en la actualidad más de dos millones).
En 1704 le añadieron dos capillas de bóveda y naves colaterales que ampliaron su capacidad y vista, y en 1852 fue consignada como parroquia por Cédula Real.
Este lugar es el escenario de la novela de Cirilo Villaverde, Cecilia Valdés, pues incluso el verdadero nombre de esa obra literaria es Cecilia Valdés o La Loma del Ángel.
Iglesia de Nuestra Señora de la Merced
El estilo barroco de la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced (Cuba No.806 esquina a Merced) se impone, en una obra cuya construcción comenzó el 31 de enero de 1755 con numerosas interrupciones que permitió su terminación finalmente en 1862.
Las naves principales forman una cruz latina con pabellones laterales y las capillas de la cabecera para completar un rectángulo.
Convento de Belén
El Convento de Belén formó parte de una tipología de la ciudad para el siglo XVIII de varios y grandes conventos e iglesias, como el ubicado en la manzana de las calles Compostela, Acosta, Picota y Luz, con más de 12 mil metros cuadrados de superficie.
Incluso en la actualidad conserva elementos constructivos de 1720 cuando se elevó. Lleva seis patios claustrales, con una belleza ineludible. El inicio de las obras fue en 1712 por la orden religiosa de los Belenitas y terminó en el año citado con la iglesia, claustro principal y hospital.
Luego de varias transformaciones a partir de 1925 los jesuitas se mudan al municipio de Marianao, y el convento permanece desocupado hasta tener diversos menesteres como oficina del Ministerio del Interior en 1962, Academia de Ciencias de Cuba junto con el Archivo Nacional de Seguridad Social y en 1982 comienza otra remodelación hasta reconocerle su carácter de Patrimonio Nacional.
Iglesia de Paula
La Iglesia de Paula, en la avenida y paseo del mismo nombre, ahora constituye una sala de conciertos, pero su belleza se enseñorea en la Avenida del Puerto en una zona muy turística, en las calles San Isidro y Paula.
Esa iglesia resultó capilla del hospital de San Francisco de Paula y también tiene fuertes vínculos con la trama de la novela Cecilia Valdés de Cirilo Villaverde.
El hospital de San Francisco de Paula para mujeres comenzó a funcionar en 1672, un lugar lúgubre donde recogían a personas con problemas mentales.
Pero en 1730 un huracán lo destruyó por completo y fue reedificado con el patrocinio de la condesa de Santa Clara y con el tiempo tuvo diferentes empleos debido a su arquitectura barroca y belleza, entre ellos sede de varias instituciones culturales de investigación musical, o seminario de música popular hasta transformarse en la sala de concierto que es hoy.
La Habana, fundada el 16 de noviembre de 1519 definitivamente a la sombra de un árbol de ceiba, tiene mucho encanto y un vínculo muy estrecho con la religión católica que se puede apreciar perfectamente a través de algunas de sus edificaciones de culto como las mencionadas.
Algunos datos de la Iglesia Católica en Cuba
· De acuerdo con datos oficiales, esta religión cuenta en todo el archipiélago con un 60 por ciento de seguidores de los más de 11 millones de habitantes.
· El catolicismo se compone en la isla de 11 diócesis, tres de ellas con rango de arquidiócesis, y la mayor jerarquía la ostenta el Arzobispo de La Habana Jaime Ortega Alamino (investido como cardenal en 1994).
· Según datos publicados por la revista estadounidense Newsweek, cerca de 4,7 millones de cubanos son bautizados, aunque solo 150 mil acuden periódicamente a misa de domingo. Otras fuentes señalan que en 2004 la cantidad total de católicos en la isla era de 6,3 millones de personas.
· Es bueno tener en cuenta que las consabidas mezclas de nacionalidades que forman la identidad cubana también abarcan el plano religioso, y a las cifras que solo incluyen a los católicos bien se pueden añadir aquellas personas de otras corrientes que emplean los templos de este tipo o insertan el catolicismo de alguna manera en sus prácticas, como es el caso de los santeros, por ejemplo.
· Con orígenes en la conquista y colonización de España el catolicismo se aprecia en medio de una transculturación que incluye a otras creencias. La isla cuenta con 17 obispos, de ellos 16 cubanos y uno español, 11 residenciales, dos auxiliares y cuatro en retiro, tal y como lo refleja la enciclopedia cubana Ecured.
· El personal eclesiástico está integrado por más de mil personas consagradas, incluidos sacerdotes, diocesanos y miembros masculinos y femeninos de 89 congregaciones u órdenes religiosas.
· En materia de iglesias, posee el país más de 600 templos funcionando, pero algunos sobresalen por su belleza o importancia tanto religiosa e histórica como arquitectónica, sobre todo la Catedral de La Habana, la de Santiago de Cuba y la Basílica de Nuestra Señora del Cobre (también en Santiago).
