Camagüey trabaja por impulsar el turismo rural

Camagüey, una de las provincias más ricas en patrimonio cultural y natural de Cuba, se prepara para dar un salto importante en el sector turístico. Al menos 13 fincas han sido identificadas como potenciales destinos turísticos a corto, mediano o largo plazo, según un grupo de expertos del proyecto Turismo Rural Camagüeyano.
Esta iniciativa, que surgió en junio de 2023, forma parte de la estrategia provincial para impulsar la economía del país. En mayo del mismo año, un consejo nacional de innovación, dirigido por el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, acordó que cada territorio estudiara posibles recursos patrimoniales vinculados con la ruralidad que pudieran explotarse con fines turísticos.
El proyecto cuenta con el apoyo de varios organismos, entre ellos el Ministerio del Turismo (Mintur) y el Centro de Capacitación del Turismo (Formatur). Tras la identificación de los sitios potenciales y las diferentes modalidades del turismo rural para las que podían ser útiles, se ofrece preparación a los trabajadores y se certifican como producto turístico higiénico y seguro. Solo después pueden comercializarse las ofertas utilizando las agencias de viajes.
Germán Martínez, especialista de Turismo Rural Camagüeyano, resalta la disposición y el compromiso del personal de las fincas. Según él, “solo hay que sugerir un detalle y cuando regresas, lo han cumplido. Incluso, en ocasiones dan otra sugerencia mejor, porque hacemos tormentas de ideas para conseguir el objetivo entre todos. En este proceso el aprendizaje y el quehacer funciona en equipo”, reseña el semanario Adelante.
El Centro de Desarrollo Local del Gobierno Municipal se encarga de la gestión y aprobación de cada propuesta, así como de regular que todo esté de acuerdo con la ley, y de la revisión del presupuesto y las prioridades. Su director, José Antonio Castiñeira Castro, aclara que “no se trata solo de potenciar el turismo, sino de ganar en eficiencia y cumplir con la línea estratégica de producción de alimentos. En estas fincas no se dejará de sembrar.
“Por ejemplo, en una de las instituciones se pretende ofertar productos gastronómicos agroecológicos, sin químicos contaminantes. Resulta una potencialidad la elaboración allí mismo de los fertilizantes naturales e incluso la venta de estos”.
Castiñeira nos comenta sobre una alianza importante: “El Centro de Estudios del Turismo (Cemtur) de la Universidad de Camagüey nos ofrece la capacitación y orientación científica y profesional y otras valiosas colaboraciones”.

Gabriela Colón, de 4to. año de Arquitectura en la Universidad de Camagüey, es expresión de ese vínculo. Ella nunca imaginó que realizaría su ejercicio de culminación de estudios con esta temática: “Mi pre-vinculación laboral se relaciona con el turismo. Gersón Herrera, director del Cemtur, me propuso realizar este trabajo de conjunto con otra compañera. Cumplimos un rol de proyectistas, a cargo del diseño de la infraestructura de los lugares conforme al presupuesto asignado y otros factores”.
Las jóvenes seleccionaron la finca La Liliana, ubicada en la carretera a Santa Cruz del Sur. “Yo quiero trabajar aquí”, se dijo Gabriela, al descubrir estos parajes: “Lo más interesante es el bosque. Posee una flora y fauna no catalogada y se desconoce cómo llegaron esas especies a la zona. Pensamos explotar esa área para el senderismo, el camping y el turismo de investigación. Además, hay varias hectáreas de cultivo propias para el desarrollo del agrosilvopastoreo”.
El lugar será a la vez sede de un proyecto para la alimentación de niños celíacos, pues desde hace tiempo la propietaria Liliana Bacallao González fomenta allí producciones para personas con tal diagnóstico.
Ahora contarán con una sede permanente que también significará un atractivo. Por el momento queda mucho trabajo. Se construirán cinco edificios que garanticen el hospedaje, la realización de actividades, la gastronomía y el recibimiento de los visitantes.
Además, existe gran interés en crear un centro de información dedicado al turismo científico y la investigación.
“He aprendido mucho. Mi compañera y yo estamos muy motivadas. En la carrera esperamos trabajar en diseños modernos. Casi despreciamos la arquitectura vernácula y construir con medios rústicos. La Liliana nos demuestra que, para progresar, hay que volver al origen”, afirma Gabriela.
Las Delicias es una de las fincas que desarrolla la agroecología. La belleza del lugar sin dudas constituye un enorme atractivo. Asimismo, las variadas ofertas gastronómicas y el contacto con la naturaleza favorecen su elección como destino turístico.
La pesca deportiva, las competencias y los paseos en barco proporcionan una experiencia auténtica y enriquecedora. Combinan la vida rural con las opciones recreativas y la esencia de la cultura campesina.
Su propietario, José Fernández Betancourt, tiene grandes planes: “Hasta la fecha la finca cuenta con un parque infantil, un minizoológico con animales exóticos, servicios de alojamiento con cabañas estilo vernáculo y una piscina.
Soñamos con ampliar las ofertas a la población con una discoteca y restaurantes por todo el lugar”.
Todos los alimentos los producen en la institución. No utilizan productos químicos en la siembra; protegen los cultivos rodeándolos de árboles insecticidas. Ello significa un plus para sus ofertas gastronómicas.
Sitios como este reconocen la vida campesina y la agricultura como fuentes de riqueza cultural. Abrir las puertas de las fincas agroturísticas permitirá al mundo experimentar de cerca la vida en el campo cubano, una oportunidad de mostrar la acumulación de años de tradiciones rurales.
En la búsqueda de mejorar la economía nos reencontramos con nuestros orígenes: habitamos una provincia ganadera con llanuras de gran belleza y recursos naturales. Turismo Rural Camagüeyano tiene tela por donde cortar.