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A propósito de: ¿Torres con cabeza, tronco y extremidades?

Rolando Pujol
14 April 2021 7:47am

En busca de la perfección, los griegos establecieron órdenes arquitectónicos y la comprensión de las proporciones, legadas por civilizaciones anteriores como las de Mesopotamia y Egipto. Así, llegaron a la conclusión de que el cuerpo humano era la obra de arte mayor, fijando un canon que llamaron heroico, para las estatuas de sus dioses y personajes célebres; el cual establecía que la cabeza de la estatua debía ser un octavo del total de su altura.

Marco Vitrubio Polión, arquitecto romano, se inspiró en dichos establecimientos griegos, allá por el año 27 AC, para definir el canon antropométrico perfecto, que Leonardo Da Vinci representaría, luego, en uno de sus dibujos más famosos “El Hombre de Vitruvio”, donde la figura de un hombre de proporciones ideales, se inscribe dentro de un círculo y un cuadrado, patrones fundamentales del orden cósmico.

Escultura del hombre de Vitruvio de Leonardo Da Vinci (1)
Escultura del hombre de Vitruvio de Leonardo Da Vinci. Foto Rolando Pujol

 

Los romanos fuertemente influidos por los griegos, emplearon este recurso y lo transmitieron a la religión cristiana, que lo aplicó al diseño de las plantas de sus templos, atesorados durante siglos como valiosos conocimientos esotéricos, solo al alcance del gremio de los maestros constructores.

Canon antropométrico de: torre mayor de la Catedral (izq) y de la Iglesia del Espiritu Santo (der)
Canon antropométrico de: torre mayor de la Catedral (izq) y de la Iglesia del Espiritu Santo (der)

 

Con la invención de la imprenta a mediados del siglo XV, muchos secretos dejaron de serlo y autores como el arquitecto español Simón García, oriundo de Salamanca, publica en 1681 un compendio de arquitectura y simetría, de los templos conforme a las medidas del cuerpo humano, texto que influenció notablemente la arquitectura de origen hispano.

Uno de los temas tratados por Simón García, expone una forma particular de diseñar torres, a partir de las dimensiones de un canon humano de ocho cabezas, ilustrándolo con un dibujo que recuerda la torre mayor de la Catedral de La Habana.

Torres de la Catedral de La Habana (2)
Una de las torres de la Catedral de La Habana. Foto Rolando Pujol

 

Esto resultó un importante descubrimiento para el historiador y diseñador cubano Carlos Manuel Díaz Gámez, quien investigó sobre el tema y descubrió que en cinco torres de las iglesias habaneras construidas entre los siglos XVII y XVIII, funciona la metodología orientada por Simón García, donde son perfectamente reconocibles los marcadores arquitectónicos, que distribuyen sus medidas en las proporciones de “cabeza”, “tronco” y “extremidades”.

Torres de la Catedral de La Habana (3)
Torres de la Catedral de La Habana. Foto Rolando Pujol

 

De este modo el primer tramo va desde el punto más alto de la cabeza hasta el mentón; el segundo consecutivo de allí hasta las tetillas; el tercero hasta el ombligo; el cuarto hasta el nacimiento de los genitales; el quinto hasta la punta de los dedos de la mano en reposo a un flanco del cuerpo; y correspondiendo los restantes a partes del muslo, la pierna y el pie. La distancia del torso medido a la altura de las axilas debe ser el ancho promedio de la torre. La altura desde la tierra hasta el tobillo, debe reservarse para los cimientos.

Canon antropométrico en la torre mayor de la Catedral de La Habana dibujado por Carlos M Díaz Gámez
Canon antropométrico en la torre mayor de la Catedral de La Habana dibujado por Carlos M Díaz Gámez

 

Díaz Gámez, encontró estas relaciones en las torres de tres cuerpos del Convento de Santa Clara (1698), la Iglesia del Espíritu Santo (1706), las torres de la Iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje (1762), la torre mayor de la Catedral de La Habana (1748 – 1832), realizando una acuciosa investigación que fue publicada en un modesto folleto en 1995, siendo hasta el presente el único investigador que en Cuba ha realizado un estudio del patrimonio arquitectónico colonial de La Habana, desde la antropometría de las torres de sus templos religiosos.

Canon antropométrico de la torre de la iglesia del Espíritu Santo dibujado por Carlos M Díaz Gámez
Canon antropométrico de la torre de la iglesia del Espíritu Santo dibujado por Carlos M Díaz Gámez

 

Iglesia y torre campanario del Espíritu Santo
Iglesia y torre campanario del Espíritu Santo. Foto Rolando Pujol

 

Torres de la Iglesia del Cristo (1)
Torres de la Iglesia del Cristo. Foto Rolando Pujol

 

En homenaje a la sabiduría cosmogónica encriptada, en el rico bagaje arquitectónico de nuestra ciudad, la figura del Hombre de Vitruvio materializada en mármol en los jardines del Castillo de la Real Fuerza, enaltece la metáfora de la perfección y el legado de los conocimientos atesorados por el hombre durante siglos.

Escultura del hombre de Vitruvio de Leonardo Da Vinci (2)
Escultura del hombre de Vitruvio de Leonardo Da Vinci. Foto rolando Pujol

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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