Cuba y el ecoturismo en armonía con la naturaleza
La riqueza natural de estos espacios incluye ecosistemas diversos que van desde montañas hasta humedales, donde habitan especies endémicas y en peligro de extinción.
Las reservas de la biosfera contribuyen al equilibrio ecológico mediante procesos como la polinización, la purificación del agua y el control de plagas. Su preservación garantiza la supervivencia de especies vitales y fortalece la salud ambiental. Además, según ONU Turismo, el ecoturismo en estos sitios puede generar ingresos significativos, crear empleos en zonas rurales y fomentar la educación ambiental.
Baconao, ubicada en la provincia de Santiago de Cuba, destaca por su biodiversidad y geografía singular. Más de 1,200 especies de plantas conviven con una amplia variedad de fauna, entre ellas aves endémicas. Los visitantes pueden dedicar al menos dos días para recorrer sus senderos, disfrutar de la playa y conocer el Parque de la Paz y el Museo de Historia Natural.
La Ciénaga de Zapata representa la mayor zona de humedales del Caribe. Este refugio natural acoge numerosas especies de aves, reptiles y mamíferos. El avistamiento de aves y la exploración de su flora constituyen actividades recomendadas durante un fin de semana. También resulta atractivo realizar recorridos en kayak por los manglares y visitar Playa Larga.
La Sierra del Rosario se caracteriza por sus montañas cubiertas de niebla y su diversidad biológica. En este entorno se encuentran especies en peligro de extinción y una notable variedad de orquídeas. Una excursión de tres días permite recorrer sus paisajes y apreciar la biodiversidad. Las guías locales enriquecen la experiencia con conocimientos sobre el entorno.
Guanahacabibes, situada en la costa, ofrece un entorno ideal para el buceo y el contacto con la vida marina. Sus arrecifes de coral y playas vírgenes atraen a quienes buscan aventuras acuáticas en un entorno natural bien conservado.
Las Cuchillas del Toa (en la foto de portada) sobresalen por su biodiversidad y paisajes exuberantes. Esta reserva alberga una de las selvas más ricas del planeta y constituye un destino ideal para realizar senderismo y explorar la naturaleza en estado puro.
Buenavista se extiende por el centro-norte del archipiélago cubano. Su superficie de 313,502 hectáreas incluye áreas terrestres, costeras y marinas de alta sensibilidad ecológica y diversidad biológica. Abarca territorios de Villa Clara, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila, además de un sector de la cayería Sabana-Camagüey.
Para disfrutar de estas reservas con seguridad, resulta esencial seguir las indicaciones de los guías locales y respetar las normas de conservación. El uso de repelente de insectos y protector solar se recomienda en zonas con alta exposición al sol y presencia de mosquitos. También conviene llevar agua potable para mantenerse hidratado durante las caminatas.
La interacción con las comunidades locales permite conocer sus tradiciones y forma de vida. Esta experiencia fortalece el vínculo cultural y apoya la economía de la región. Los visitantes pueden degustar la gastronomía cubana en restaurantes familiares, donde se preparan platos típicos con ingredientes frescos. Participar en actividades culturales como danzas y festivales enriquece el recorrido por estas áreas protegidas.




