Adiós al restaurante Moscú: comienzan trabajos para construir un nuevo hotel

El espacio que ocupase en La Habana el emblemático restaurante Moscú será reutilizado para la construcción de un nuevo hotel. Hace unas jornadas comenzó la demolición del antiguo inmueble, ubicado en la Calle P, entre Humboldt y 23 en el Vedado, que fuera consumido por un incendio en 1989.
Palas excavadoras, cargadoras, topadoras, grúas, camiones de volteo y otras maquinarias realizan por estos días las primeras labores para derruir lo que queda del restaurante Moscú y comenzar luego la preparación del terreno para la instalación hotelera.
En entrevista con la Agencia Cubana de Noticias, el inversionista del proyecto de construcción, Jorge Luis Rodríguez, dijo que el proceso de desmantelar la edificación demorará cinco meses.
La calle trasera de la edificación ha sido cerrada al paso peatonal y de vehículos, y un letrero indica “Hotel en construcción”.
El proyecto del nuevo hotel ha sido incluido en la cartera de oportunidades de negocios para la inversión extranjera y su ejecución se planificó para comenzar este año.
Según el proyecto, la instalación hotelera contará con 450 habitaciones y será gestionado entre el grupo cubano Gran Caribe -que opera hoteles 4 y 5 estrellas- y la cadena hotelera española Be Live, perteneciente a la compañía turística Globalia.
Rodríguez recordó que el restaurante Moscú dejó "huella" a quienes lo visitaron en su época de esplendor "por su decoración, oferta gastronómica (de comida típica rusa) y servicio".
Platos como Pelmeni, Shashlyk, Borsch y Uja, así como la sopa Salianska, hicieron las delicias de los visitantes del Moscú hasta su incendio en 1989.
La historia recuerda que antes de que fuera el restaurante Moscú, el sitio fue ocupado por el icónico cabaret Montmartre. Allí se presentaron figuras como Edith Piaf, Cab Calloway o Nat King Cole. Fue asimismo el sitio predilecto en la luna de miel en La Habana de Ava Gardner y Frank Sinatra en 1947.
El periodista y escritor Ciro Bianchi, en su artículo “Historia perdida del Sans Souci”, destacó que a mediados de 1950 el mafioso estadounidense Meyer Lansky, conocido por sus negocios con el dictador Fulgencio Batista, se convirtió en el dueño mayoritario del famoso centro nocturno ubicado en La Rampa.
Foto: EFE